martes, 30 de marzo de 2010

…AREPAS…
…VERA CRUZ…

1. LE GUSTA LA AREPA:
SI
NO
2. LE GUSTA EL QUESO:
SI
NO
3. COMO REACCIONARIA USTED COMO CONSUMIDOR:
BIEN NO SABRIA
MAL
4. EN EL MOMENTO QUE COMPRA UNA AREPA DE QUE FORMA MÁS LE GUSTA:
ENCIMA DE LA AREPA POR DENTRO
NO LE GUSTA CON QUESO.
5. QUE TIPO DE QUESO LE GUSTA A USTED EN UNA AREPA:
QUESO CUAJADA
QUESO PARMESAN
QUESO CREMA
QUESO AÑENGO
6. QUE TIPO DE EMPAQUEPREFIERE USTED PARA LAS AREPAS
EN CAJA EN PLASTICO
UN DESPRENDIBLE.
Arepa


Arepa venezolana de maíz pelado cocinada con leña.
La arepa es una torta de masa o harina de maíz de forma circular y semi-aplanada que generalmente se cocina asada o frita. Es un alimento que sirve para comerse como plato principal o como acompañante, sola o rellena, comúnmente como parte del desayuno, del almuerzo o la cena. Es un plato tradicional de las gastronomías colombiana, venezolana y panameña. Ha logrado una importante difusión en las Islas Canarias a raíz del regreso de los emigrantes desde Venezuela. La arepa es llamada tortilla en Panamá por influencia centroamericana; está ligada a la tortilla mexicana y a la pupusa salvadoreña.
Origen
La palabra proviene posiblemente del cumanagoto. Algunos estudiosos del idioma indican que la palabra arepa proviene del vocablo indígena "erepa", que los Cumanagotos –tribu de los Caribes que habitaba la región noreste de Venezuela– utilizaron para nombrar el maíz, ingrediente básico en la preparación de este alimento. De acuerdo a otra versión, el vocablo arepa pudiera provenir de "aripo", especie de plancha levemente curva, fabricada en barro, que utilizaban los indígenas para la cocción de la masa de harina de maíz.
El cumanagoto es el individuo nativo de un pueblo amerindio de la familia Caribe que habitó en la antigua provincia de Nueva Andalucía llamada hoy Cumaná, y cuyos descendientes habitan actualmente al norte del Estado Anzoátegui, en Venezuela.
El académico y ensayista histórico sobre la cultura de América Latina, Mariano Picón Salas, expuso sobre el origen de la arepa lo siguiente: "Los Caribes y cumanagotos usaron tanto el maíz tierno como el maduro, este último les servía para preparar una especie de pan de maíz (la arepa), según técnicas que se han conservado hasta la fecha (1953). Este pan de maíz que llamaron "erepa" lo elaboraban dándole a la masa forma redonda, imitando al dios sol, rindiéndole tributo como alimento divino"
Por ello, algunos sitúan el origen de la arepa en lo que hoy es Venezuela, lo que explica la importancia que significa dicho alimento en la gastronomía venezolana, de donde se supone que se extendió a otras regiones y paises, particularmente a su vecina Colombia, donde encontró una gran aceptación.
Es así que, los indígenas cumanagoto no fueron los únicos en consumir las arepas, puesto que antes de la llegada de los españoles a tierras americanas, vivían los taironas, civilización precolombina de la familia lingüística chibcha que habitaban en lo que es actualmente los departamentos de Magdalena y César pertenecientes a la actual Colombia. Allí no faltaba el maíz, que era el principal cultivo de esa zona, y eso propiciaba a la preparación de arepas, de las que eran buenos consumidores. También aparecen los indios Pantágoras, descendientes de los Caribes y los indios Aburraes, y los primeros vivían en el centro de Colombia, para ser exacto, en el departamento de Caldas y los segundos en el Valle de Aburrá, que está en Antioquia. Al igual que los taironas, los Pantágoras y los Aburraes sabían prepararlas con maíz y fueron consumidores de arepas.
Tras el descubrimiento de América, por los cronistas se supo que cuando Cristóbal Colón llegó a San Salvador (la primera tierra americana tocada por Colón, hoy isla de las Bahamas, antes llamada así Guanahani en 1492), los nativos le ofrecieron arepas preparadas con casabe y mahis (maíz). Además, Fray Pedro Simón, en su obra Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales, y Bernabé Cobo, en Historia del Nuevo Mundo, escribieron que en América los aborígenes hacían unas tortas "tan gruesas como un dedo, que se llaman arepas".
Una anécdota relacionada con las arepas en el siglo XIX cuenta que el general español Pablo Morillo, quien llegó a Venezuela a combatir por la causa española cuando la independencia estaba casi decidida, detestó las arepas. Morillo confesó, según Churrión, a sus dos amigos José Domingo, el Duarte y el Díaz, al regresar a Caracas tras su campaña a los llanos, que: “Todo lo puedo pasar en esta tierra, menos esas perrísimas tortas de maíz que llaman arepas, que sólo se han hecho para estómagos de negros y de avestruces”. El repudio de Pablo Morillo hacia las arepas contrasta con el gusto del Libertador Simón Bolívar, quien se quedó con las arepas, de las cuales eran muy de su agrado y especialista en prepararlas para su desayuno o almuerzo.
También en esa época se destaca la experiencia de un ciudadano sueco Carl August Gosselman, quien recorrió Colombia por las regiones de Antioquia y el Viejo Caldas en calidad de turista. Este cronista escribió en su libro "De viaje por Colombia" a su regreso a Estocolmo: "En el mercado lo que más abunda es el maíz, que se expende en forma de arepas, gruesas galletas de buen sabor. A los españoles la arepa les pareció repugnante. Hoy en día ricos y pobres la comen con gusto".
De esto se puede deducir que a partir del siglo XIX en Venezuela y Colombia, por cada región y por cada familia existe una fórmula para elaborar la arepa, que es muy popular hoy en día y considerada como un icono muy representativo de la gastronomía y cultura venezolana y colombiana.
Elaboración [editar]
Se puede elaborar de distintas maneras, dependiendo de la región, tradicionalmente se hace con la masa del maíz molido, ya sea en una molienda o en un pilón (mortero grande de madera de donde resulta el maíz pilado), pero actualmente con la modernidad y por la facilidad, se suele hacer con harina de maíz precocida industrial empacada, blanca o amarilla, la cual se vende en los mercados, y que al mezclarse con agua y un toque de sal (al gusto) se va amasando con las manos hasta conseguir una masa compacta, de la que se desprenden pequeñas bolas que luego serán aplastadas hasta darles la forma deseada. Finalmente se pueden asar a la plancha (llamado en Venezuela "budare"), al horno, a la parrilla, o freir o también hervir (sancochar).

Arepa venezolana


Arepa venezolana, rellena con queso.
La arepa venezolana es el plato típico venezolano por excelencia, es consumido en toda la geografía del país, se suele comer casi todos los dias, ya sea como plato principal o como acompañante, de desayuno, de almuerzo (en este caso, casi siempre como acompañante) y de cena. Se puede servir sola o rellena, y es degustada por todo tipo de clase social, desde los estratos sociales más bajos, hasta la clase social alta, sin ningún tipo de distinción.
Hay un dicho popular: "No hay nada tan venezolano como la arepa" y también: "La Arepa es el Pan venezolano". La preparación de la arepa, depende de dos factores clave: uno es el gusto o las preferencias de cada persona; el otro es la inventiva criolla de acuerdo a cada región.
La arepa se ha convertido en un símbolo de la identidad cultural de Venezuela, hecho que se evidencia en que en ese país sea popular el dicho «más venezolano que una arepa».
La arepa venezolana no se libra de mala crítica por la obesidad y el diabetes, si está frita y rellena la arepa por lo que se recomienda comer con moderación para aquellas personas afectadas por estos problemas, no sin escuchar recomendaciones de médicos y nutricionistas.
Son muchas las formas que adopta el maíz cuando la inventiva criolla venezolana decide hacer las arepas. Si damos una mirada al maíz que se utiliza, tendríamos las siguientes variantes:
Arepa de maíz pilado: El maíz pilado es cualquier maíz al que previamente se le ha quitado el lumen y la cáscara. Las dos principales arepas de maíz pilados son la de maíz amarillo, que es más áspera pero artesanal y la de maíz blanco, que es suave y más común.
Arepa de maíz pelado: Mejor conocida en la costa venezolana como "Arepa Pelada" o "Arepa Raspada" en Oriente, esta clase de arepa proviene del maíz pelado, que es aquel que conserva su cáscara y que se reblandece hirviéndolo con cal. Al molerlo, conserva los componentes nutritivos del lumen y la cáscara. Su sabor es muy similar al de las tortillas mexicanas.
Arepa de harina de maíz precocida: Se elabora con la harina que se obtiene luego de la precocción del maíz.
Arepa andina: Se elabora con harina de trigo, y se consume principalmente en las zonas montañosas de los Andes venezolanos.
Arepa de yuca: Se prepara con afrecho de yuca, en vez de utilizar el maíz o el trigo.
Arepa de plátano: Se prepara con masa de maíz y plátano.
Formas de preparación
Asada: Se coloca directamente al fuego la superficie de un utensilio como el budare. En las grandes ciudades, suele colocarse sobre la plancha de la cocina de los hogares. Vale señalar que las mujeres de la Isla de Margarita, frotan el budare con grasa de tiburón antes de colocar la masa; así obtienen una masa más perfecta y de mejor color.
Horneada: Cuando se calientan en un horno casero o de leña, esta se abomba y es más fácil de rellenarla.
Hervida: Se cocinan en agua hirviendo durante varios minutos hasta que comience a compactarse. Por lo general son de forma oval y se les da el nombre de "bollos" o "bollitos". No llevan ningún tipo de envoltura a diferencia de la hallaquita. No deben confundirse con los bollos pelones debido a que estos últimos llevan relleno.
Frita: Se introducen en grasa animal o vegetal, aceite vegetal o mucha mantequilla o manteca de cerdo, previamente calentado en una sartén. Algunas personas le hacen con el dedo índice un agujero en el medio, para que se frían mejor.
En Tosti Arepa: Es un tipo de horno eléctrico, al que generalmente se engrasa un poco con mantequilla o aceite de modo que la masa no se pegue. Es un tipo de cocción rápida dado que el horno rodea completamente a la arepa (al estilo de una sandwichera), así como también le da una forma "estándar". Es bueno resaltar que el nombre de este artefacto es producto del fenómeno de vulgarización debido a la marca comercial "Tosty Arepa", fabricado por la empresa de electrodomésticos Oster.
Variantes [editar]
En Venezuela, la arepa posee muchas clases y tipos de presentación, que van dependiendo de la región del país y del gusto de la gente, entre algunas de ellas tenemos:
Arepita dulce: Se prepara con anís y papelón. Se hacen delgadas y se colocan en aceite hirviendo de manera que las cubra. Se sabe que están listas cuando se tornan doradas y se abomba la superficie.
Arepa de coco: Es oriunda del Estado Zulia. Su concha es dura y su interior es muy suave. Su cocción es sobre parrilla y budare o plancha. La masa se coloca sobre una hoja de uva de playa o de plátano. La masa lleva coco y papelón. Una variación de esta, la hace una señora margariteña a quien descubrió el chef Sumito y la elabora de esta manera: a la masa base le agrega leche de coco, luego la asa a la leña envuelta en hojas de plátano y mientras la asa, en la mitad del tiempo de asado, le agrega por encima más leche de coco.
Arepa de chicharrón: Lleva chicharrones triturados y mezclados en la masa.
Arepa de queso: Con queso rallado incorporado en la masa. Puede ser queso duro o de año, queso amarillo o queso parmesano.
Arepa aliñada: Cuando se le añade huevo, papelón, queso, y polvo para hornear.
Arepa de plátano maduro: Es originaria del Estado Zulia. Se le agrega a la masa, plátano o bananos maduros. Sobre el budare, se coloca una hoja de plátano, y sobre esta la masa.
Arepa de trigo: Típica de la región Andina. Se elabora con harina de trigo en lugar de harina de maíz. Pueden ser saladas o dulces.
Tumbarranchos: Son originarias de la ciudad de Maracaibo, en el Estado Zulia, pero se han hecho típicas en todo ese Estado. Son arepas elaboradas el día anterior que se rellenan con una lonja de mortadela, se rebozan en una mezcla de harina, huevo y otros condimentos, y se fríen en aceite caliente para luego rellenarlas con queso blanco y/u otros ingredientes, como pollo, carne o cerdo al gusto, vegetales y salsas como: kétchup, mayonesa y mostaza.
Tostadas caroreñas: Como su nombre lo indica son autóctonas de la ciudad de Carora, Estado Lara. Consisten en arepas de tamaño pequeño elaboradas el día anterior, que se rellenan con lonchas de queso frito, se rebozan en huevo batido y se fríen en aceite. Se sirven cubiertas con salsa rosada y lluvia de queso blanco duro rallado. Para el desayuno se suelen servir solas, mas en el almuerzo se acompañan con: carne de cerdo frita, papas fritas, caraotas, tajadas y ensalada de aguacate.
Arepa Cabimera: son propias de la ciudad de Cabimas, en el Estado Zulia. Son arepas fritas que se colocan cortadas en cuadros al fondo del plato donde se sirven, y se le agregan arriba de ellas ingredientes como lonjas de queso y jamón como base, luego pollo, carne, cerdo o camarones según el gusto, verduras como lechuga y tomate, un huevo duro hervido cortado en cuatro, mayonesa, kétchup, mostaza, y por último, queso blanco duro rallado encima.
Rellenos
Los rellenos son múltiples y varían de acuerdo con la creatividad del cocinero y el comensal. Entre los más destacados están las de queso blanco, queso amarillo, carne mechada, pollo, pernil, chicharrón, cazón (tiburón), atún, y caraotas negras (granos similares a los frijoles). Más recientemente le han incorporado otros rellenos como trufa, salmón, camarones, calamares y hasta caviar.
Por ser un país con varios inmigrantes, ellos han adoptado la arepa perfectamente y la han fusionado con elementos de su gastronomía local. Algunas comunidades europeas, la untan con queso crema, chocolate fundido y crema de almendras. La comunidad libanesa, con orégano y aceita de oliva. Muchos griegos las rellenan con acelgas, aceitunas y aceite.
Para rellenar tradicionalmente la arepa, se abre con un cuchillo como si fuera un pan cualquiera, algunos le sacan parte de la masa para que le quepa más relleno, se le unta mantequilla o margarina si se desea, se rellenan con lo que gusta, y se comen calientes. La costumbre rellenar arepas se inició en el siglo XIX en Caracas, cuando se rellenaban con jamón y queso.
En en el centro del país, y particularmente en Caracas, se suele darle nombres anecdóticos y hasta folkróricos a las arepas rellenas, y asimismo, a la arepa que no lleva relleno, a la cual se le denomina "viuda" por aquello de encontrarse sola. Dichas arepas usualmente se venden en las "areperas", que son una especie de fuentes de soda o restaurantes que se especializan en la preparación de este plato típico y que funcionan a toda hora, generalmente las 24 horas del día. Estos lugares tiene gran variedad de rellenos, pero también pueden prepararse para llevar y agregar algún relleno con posterioridad. Entre las diversas variedades y nombres que se les dan a las arepas tenemos:
Reina pepiada: contiene un relleno a base de gallina o pollo y aguacate con mayonesa.
Arepa dominó: contiene un relleno de caraotas (frijoles) negras y queso blanco duro rallado.
Arepa pelúa: contiene un relleno de carne mechada y queso rallado amarillo.
Arepa rumbera: contiene un relleno de pernil y queso rallado amarillo.
Arepa catira: contiene un relleno de pollo y queso rallado amarillo.
Arepa sifrina: contiene el mismo relleno a base de gallina o pollo y aguacate con mayonesa que la reina pepeada y se le añade queso amarillo.
Perico: es un relleno andino, que consiste en un revoltillo de huevos, cebolla, tomates y sal.
Patapata: cuando se rellenan con queso amarillo, caraotas negras (frijoles) y aguacates.
Pabellón: tajadas o rebanadas de plátano frito, caraotas y carne mechada.
Rompe Colchón: mezcla de mariscos (pulpo, calamar, pepitonas, ostras y camarones)
De pernil: Pernil, tomate y mayonesa
Viuda: Arepa sin relleno.
Musiúa: En este caso lleva el mismo relleno que la famosa hamburguesa.
Areperas
En los años 50 aparecieron las primeras areperas en Venezuela. Las areperas son los lugares donde se consiguen las arepas rellenas con infinidad de guisos. Se cree que su creación estuvo promovida por la gran aceptación de los los inmigrantes italianos que trabajaban en la industria de la construcción. Al compartir con los venezolanos la faena diaria veían con agrado esos suculentos redondeles de maíz que sus compañeros llevaban para desayunar o almorzar. Así comenzaron a buscar dónde conseguirlas hasta que se fundó el primer establecimiento de este tipo.
En el occidente de Venezuela, específicamente en el Estado Zulia, las areperas tradicionales que se consiguen en el centro del país donde se expenden arepas asadas con infinidad de guisos, no son muy comunes, allí básicamente las areperas son establecimientos o lugares para comer ubicados en locales, o simplemente situados en las calles montados sobre la acera en carritos metálicos, donde se venden unas arepas medianamente delgadas previamente asadas, que son cortadas y abiertas totalmente en dos, y luego fritas en el lugar, que después se rellenan con distintos tipos de ingredientes, entre los más comunes, pernil de cerdo, carne, pollo, queso, jamón, agregándole verduras como repollo (col), tomates, papas ralladas fritas y salsas como mayonesa, kétchup, mostaza y salsa tártara. Durante la presidencia de Hugo Chávez se inauguró en Caracas una cadena de areperas cooperativas patrocinadas por el gobierno, llamadas "Areperas Socialistas", con la intención de beneficiar a la gente de escasos recursos y combatir el aumento especulativo de los precios.
Arepa colombiana


Arepas asadas en hoja de bijao. Barranquilla, Atlántico.
En Colombia la arepa es un reconocido icono de la gastronomía colombiana hoy día. La arepa colombiana puede prepararse con diferentes tipos de maíz, y recibe diferentes nombres: arepa de chócolo o choclo, elaborada con maíz dulce tierno (al que se llama choclo o chócolo); arepa blanca, elaborada de maíz blanco o de su harina precocida, la cual suele ir acompañada de queso dentro o sobre la arepa (arepa de queso); arepa de maíz pelado típica de los santanderes, elaborada con maíz previamente tratado con ceniza o cal para quitarle la cubierta de la semilla; arepa amarilla, elaborada con harina de maíz amarilla; arepa frita, típica de la Costa Caribe, elaborada con harina de maíz precocida blanca o amarilla, puede llevar o no un poco de queso, sal, finalmente se fríe; arepa de huevo o arepaehuevo, que se fríe un poco, se rellena con un huevo, y finalmente se termina de freír; arepa paisa que es básicamente una arepa blanca, un poco más delgada, que se prepara sin sal y se sirve, sin relleno, para acompañar la comida; arepa de mote (palabra de la lengua amerindia quechua que quiere decir maíz cocido); arepa sancochada (hervida); arepa con hogao; arepa de trigo, arepa boyacense, arepa valluna y arepas rellenas de queso o cualquier tipo de carnes y verduras. En Colombia se celebra anualmente el Festival de la Arepa Colombiana en las cinco principales ciudades: Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín. Conforme al calendario programado se turna en cada ciudad la organización del festival entre los meses de agosto y diciembre.
Arepas costeñas


Arepas de huevo de Luruaco, Atlántico, durante el Festival.
Las arepas costeñas son principalmente fritas. Originalmente se preparan con masa de maíz pilado amarillo o blanco. También se preparan con harina de maíz precocida blanca o amarilla, la cual se hidrata, formando una masa a la que se le puede añadir queso costeño rallado y sal. Con la masa se forman bolitas, las cuales se aplanan y finalmente se fríen. También se preparan con azúcar (arepa dulce), a la que también se le añade anís.
También se preparan arepas asadas al carbón o a la plancha, en ocasiones sobre hojas de bijao que les dan un olor característico, las cuales se rellenan de todo tipo de carnes (carne molida, desmechada, pollo, chicharrón), queso costeño, embutidos (butifarra, chorizo, salchichas), verduras y salsas.


Interior de una arepa de huevo.
Arepa de huevo
La arepa más importante de la región es la arepa de huevo o arepa con huevo, símbolo del municipio de Luruaco, Atlántico, donde anualmente se realiza el Festival de la Arepa de Huevo.
Se prepara como una arepa de maíz cocinado o de harina de maíz hidratada (con sal), un poco más gruesa de lo normal que, a medio freír en abundante aceite bien caliente, se saca y se le hace una abertura por donde se introduce el contenido de un huevo de gallina crudo. La clave para la elaboración de la arepa ‘e huevo es la introducción del huevo, lo cual solo se logra exitosamente al echar aceite caliente sobre la superficie de la arepa para que se sople, formándose una cavidad entre el grueso de la masa y una delgada costra que la recubre. Así se facilita hacer la abertura por donde se mete el huevo, el cual permanecerá en la cavidad formada. Luego se cierra el orificio con un poco de masa cruda (algunos no lo hacen) y se vuelve a meter la arepa en el aceite caliente hasta que se termine de freír. Existe una variedad de la arepa ’e huevo que también lleva carne molida. Preparaciones gourmet reemplazan el huevo de gallina por huevo de codorniz. La arepa ’e huevo es otra de las insignias gastronómicas de la Costa Caribe y se consigue hoy en todo el país.
Arepas antioqueñas
Arepa paisa
Arepa blanca, se prepara sin sal y se sirve sin relleno para acompañar cualquier comida.
Arepa de chócolo
La arepa de chócolo es una clase de arepa hecha a partir de la mazorca del maíz (chócolo), a diferencia de la arepa tradicional, la cual se hace a partir del maíz trillado. Suele comerse caliente, untada con mantequilla y trozos de quesito antioqueño encima.
Arepa de arriero
Se prepara con masa de maíz trillado remojado en agua por largo tiempo, usualmente 5 días, durante los cuales el agua se cambia diariamente. Se come con chicharrón.
Arepa de mote
Su principal característica consiste en que este tipo de arepa se prepara sin retirarle el afrecho al maíz, alimento del cual proviene, como todas las arepas de maíz, elemento gastronómico tradicional de Antioquia. A la arepa de mote se le observan claramente los afrechos, los cuales le dan un sabor particular y distintivo.[1]
Arepa de maíz pilao
La arepa de maíz pilao se prepara con maíz entero, diferente a la arepa paisa tradicional, la cual se hace con maíz cocinado.
Arepa desmechada
Variedad de la arepa paisa tradicional, hecha únicamente con el grano del maíz cocinado, sin ningún aderezo. La arepa desmechada es la más sencilla de la región antioqueña. Es muy tradicional en poblaciones como Sonsón.
Arepa santandereana
La arepa que se consume en Santander del Sur, se prepara con una masa de maíz amarillo cocinado con ceniza disuelta en agua, lo que le da su sabor característico. Luego el maíz se muele con chicharrones, se forman las arepas y se doran en tiesto de barro sin ningún tipo de grasa. Otras variedades combinan la yuca con el maíz.
Arepa boyacense
En pocas palabras, la auténtica arepa boyacense se consigue al tostar una masa de trigo y maíz, mezclada con cuajada molida, mantequilla, sal y panela. En algunos pueblos se coge el maíz dos o tres meses después de la cosecha, para que se seque sin bajarlo de la mata. Después se muele en los molinos manuales, se le agrega sal, mantequilla, clara de huevo o huevo batido, se deja secar un poco el amasijo, y luego se prepara a la brasa, sobre la estructura de la estufa de carbón o dentro del horno de las mismas. Ramiriquí y Paipa, por ejemplo, hacen gala de esta técnica. En lugares como Corrales y Busbanzá, se suman a la preparación las harinas de arveja y fríjol secos. Nota: Las arepas de Paipa son más pequeñas que las demás.
Arepa valluna
La arepa valluna se consume principalmente en el departamento del Valle del Cauca. También se come en los vecinos departamentos de Cauca y Nariño. La masa se trabaja bien con agua y sal y se forman las arepas muy delgadas. Se ponen a asar hasta tostar, se comen untadas de mantequilla.
Tortillas panameñas


Tortillas con bisteck de hígado.
En Panamá, las arepas son conocidas como tortillas y se preparan moliendo el maíz amarillo pilado y remojado de la noche anterior, se hace una masa agregando queso blanco y sal al gusto, se forman bolas, se aplanan y se fríen o asan sobre hojas de bijao o de plátano. Se comen al desayuno, acompañadas de chicharrón, carne guisada o bisté de hígado. También se pueden preparar con harina de maíz precocida.

Historia
Se trata de un alimento antiguo cuyos orígenes pueden ser anteriores a la historia escrita. Descubierto probablemente en Asia Central o en Oriente Medio, su fabricación se extendió a Europa y se había convertido en una empresa sofisticada ya en época romana. Cuando la influencia de Roma decayó, surgieron técnicas de elaboración locales diferentes. Esta diversidad alcanzó su cúspide a principios de la era industrial y ha declinado en cierta medida desde entonces debido a la mecanización y los factores económicos.
Desde las antiguas civilizaciones, el queso se ha almacenado para las épocas de escasez y se le considera un buen alimento para los viajes, siendo apreciado por su facilidad de transporte, buena conservación y alto contenido en grasa, proteínas, calcio y fósforo. El queso es más ligero, más compacto y se conserva durante más tiempo que la leche a partir de la que se obtiene. Los fabricantes de queso pueden establecerse cerca del centro de una región productora y beneficiarse así de leche más fresca, más barata y con menor coste de transporte. La buena conservación del producto permite a los fabricantes vender sólo cuando los precios están altos o necesitan dinero. Algunos mercados incluso pagan más por quesos viejos, justo al contrario de lo que ocurre con la producción de leche.
Orígenes


Queso cottage. Posible aspecto de los primeros quesos.
Los orígenes de la elaboración del queso están en discusión y no se pueden datar con exactitud, aunque se estima que se encuentran entre el año 8000 a. C. (cuando se domestica la oveja) y el 3000 a. C.
Existe una leyenda que dice que fue descubierto por un mercader árabe que, mientras realizaba un largo viaje por el desierto, puso leche en un recipiente fabricado a partir del estómago de un cordero. Cuando fue a consumirla vio que estaba coagulada y fermentada (debido al cuajo del estómago del cordero y a la alta temperatura del desierto). Hay otros autores que señalan que el queso ya se conocía en la prehistoria, extremo que no se ha podido comprobar.
Leyendas aparte, probablemente surgió como una manera de conservar la leche, aplicándole sal y presión, antes de usar un fermento por primera vez, quizás al comprobar que los quesos hechos en estómagos de animales tenían una mejor y más sólida textura. Las pruebas arqueológicas más antiguas de la manufactura del queso se han encontrado en murales de tumbas del Antiguo Egipto, datadas sobre el 2300 a. C. Estos primeros quesos probablemente tendrían un fuerte sabor y estarían intensamente salados, con una textura similar a los quesos feta o requesón.
Las ovejas fueron domesticadas hace 12.000 años y en antiguo Egipto se cuidaban vacas y se les ordeñaban para tener la leche por lo que es lógico pensar que también harían quesos. La leche se conservaba en recipientes de piel, cerámica porosa o madera, pero como era difícil mantenerlos limpios, la leche fermentaba con rapidez. El siguiente paso fue el de extraer el suero de la cuajada para elaborar algún tipo de queso fresco, sin cuajo, de sabor fuerte y ácido.[2]
Desde Oriente Medio, las habilidades en la manufactura del queso se introdujeron en Europa, donde climas más fríos hacían necesario menos cantidades de sal para la conserva. Con la reducción de sales y ácidos, el queso se convirtió en un ambiente propicio para bacterias y mohos, encargados de darle su sabor característico.
Época clásica
La mitología de la Antigua Grecia atribuía a Aristeo el descubrimiento del queso. En La Odisea de Homero (siglo VIII a. C.) se describe a un Cíclope haciendo y almacenando quesos de oveja y cabra.
En los tiempos de la Antigua Roma era un alimento que se consumía a diario, y su proceso de fabricación no distaba demasiado a como se hace actualmente fuera del ámbito industrial. En el Re Rustica de Columela (cerca del 65 d. C.) se detalla la fabricación de quesos con procesos que comprenden la coagulación con fermentos, presurización del cuajo, salado y curado. La Naturalis Historia de Plinio el Viejo (77 d. C.) dedica un capítulo (XI, 97) a describir la diversidad de quesos consumidos por los romanos del Imperio. Sostenía que los mejores eran los galos procedentes de Nimes, aunque no se podían conservar demasiado tiempo y debían consumirse frescos. Los quesos de los Alpes y Apeninos tenían una variedad tan considerable como hoy en día. De los extranjeros, Plinio prefería los de Bitinia, en la actual Turquía.


Queso parmesano, elaborado tradicionalmente desde la Edad Media.
Roma extendió sus técnicas en la manufactura del queso por gran parte de Europa, introduciéndolas en regiones sin conocimiento de ellas hasta el momento. Con el declive de Roma y el colapso en el comercio de grandes distancias, la diversidad del queso en Europa aumentó sensiblemente, con distintas regiones desarrollando sus propias tradiciones distintivas. Francia e Italia son los países con una mayor gama de tipos de queso distintivos actualmente, con unos 400 tipos aproximadamente cada uno. Muestra de ello es el proverbio francés que sostiene que hay un queso francés diferente para cada día del año, como también la cita del presidente francés Charles de Gaulle "¿Cómo es posible gobernar un país en el que hay 246 clases de queso?".[3]
A pesar de todo, los avances en la artesanía del queso en Europa progresaron lentamente en los siglos posteriores a la caída de Roma. Muchos de los que conocemos actualmente aparecieron como tales en la Baja Edad Media o después. Se conserva un documento del año 959 escrito en el monasterio de Santo Domingo de Silos, en la provincia castellana de Burgos, consistente en una relación de los quesos dispensados por el monasterio de Rozuela (La noticia de quesos), y que supone la primera manifestación conocida de la lengua romance castellana derivada del latín.[4] Quesos actuales como el cheddar datan del año 1500, el parmesano en 1597, el gouda en 1697 y el camembert en 1791, por poner algunos ejemplos.[5]
Tiempos modernos


Queso procesado en un supermercado actual.
A pesar de estar ligado a la cultura moderna europea, el queso era prácticamente desconocido en las culturas orientales, no había sido inventado en la América precolombina, y tenía un uso bastante limitado en África, siendo popular y estando desarrollado sólo en Europa y en las áreas fuertemente influenciadas por su cultura. Pero con la extensión, primero del imperialismo europeo, y después de la cultura euroamericana, poco a poco el queso se ha dado a conocer y se ha hecho popular en todo el mundo.
La primera fábrica para la producción industrial del queso se abrió en Suiza en 1815, pero fue en los Estados Unidos donde la producción a gran escala empezó a tener realmente éxito. Se considera responsable de ello frecuentemente a Jesse Williams, propietario de una granja lechera de Rome, Nueva York, y que en 1851 empezó a fabricar queso en una cadena de montaje con la leche de las granjas cercanas. Durante décadas, fueron comunes este tipo de asociaciones entre granjas.
Los años 1860 mostraron las posibilidades de la producción de queso, y sobre el cambio de siglo la ciencia comenzó a producir microbios puros. Antes de esto, las bacterias se obtenían del medio ambiente o reciclando otras ya usadas. El uso de microbios puros significó una producción mucho más estandarizada. Se empezaron a producir lo que se denomina queso procesado.
La producción industrial de queso adelantó a la tradicional en la Segunda Guerra Mundial, y las fábricas se convirtieron en la fuente de la mayoría de quesos en América y Europa desde entonces.
Producción y consumo en el mundo [editar]
El queso es uno de los principales productos agrícolas del mundo. Según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas, en 2004 se produjeron en el mundo más de 18 millones de toneladas. Esta cantidad es superior a la producción anual de granos de café, hojas de , granos de cacao y tabaco juntos. El mayor productor de queso es Estados Unidos, que asume un 30 por ciento de la producción mundial, seguido de Alemania y Francia.
En cuanto a las exportaciones, el país con mayor valor monetario de ellas es Francia, seguido de Alemania, que es el mayor en cuanto a cantidad. De los diez mayores países exportadores, sólo Irlanda, Nueva Zelanda, Países Bajos y Australia tienen un mercado mayoritariamente oriental, con un 95, 90, 72 y 65 por ciento de sus producciones exportadas, respectivamente.[6] A pesar de ser Francia el mayor exportador, tan solo un 30 por cien de producción es exportada. Y la de los Estados Unidos, el mayor productor, es prácticamente despreciable, ya que la mayor parte de su producción es para el mercado doméstico. Los países que más queso importan son Alemania, Reino Unido e Italia, por este orden.[7]
En el consumo por persona, Grecia se encuentra en el primer puesto del ranking mundial, con 27,3 kg de media consumidos por habitante (el queso feta suma tres cuartos del consumo total). Francia es el segundo consumidor mundial, con unos 24 kg por persona, y los quesos emmenthal y camembert son sus quesos más comunes. En tercera posición se encuentra Italia, con 22,9 kg por persona. En los Estados Unidos el consumo se está incrementando rápidamente, habiéndose triplicado prácticamente entre 1970 y 2003. El consumo por habitante alcanzó en 2003 los 14,1 kg, siendo la mozzarella (ingrediente básico de la pizza) el queso favorito de los estadounidenses, con un tercio del total consumido.


Mercado de queso gouda, en los Países Bajos.
Productores mundiales en 2004[8](miles de toneladas)
Países exportadores en 2004[9](valor en dólares USD)
Mayores consumidores en 2003[10](kg por habitante)
Estados Unidos
4.327
Francia
2.715.142
Grecia
27,3
Alemania
1.929
Alemania
2.424.575
Francia
24,0
Francia
1.827
Países Bajos
2.099.737
Italia
22,9
Italia
1.102
Italia
1.384.755
Suiza
20,6
Países Bajos
672
Dinamarca
1.123.706
Alemania
20,2
Polonia
535
Australia
643.575
Países Bajos
19,9
Brasil
470
Nueva Zelanda
631.963
Austria
19,5
Egipto
450
Bélgica
568.794
Suecia
17,9
Argentina
398[11]
Irlanda
445.492
Dinamarca
16,7
Australia
373
Reino Unido
374.957
Finlandia
16,7
Aspectos culturales
El queso no tiene una presencia significativa en la cocina asiática, ni como alimento diario, ni como ingrediente en otros platos. La razón ha sido estudiada por la antropología cultural, y es de las pocas a las que Marvin Harris reconoce tener causa genética (el predominio genético de la intolerancia a la lactosa en la población adulta, que en cambio es escaso en la población indoeuropea), aunque no renuncia a encontrarle a su vez una causa eco social:
China nunca aceptó los productos lácteos. Los chinos consideran que la leche es una secreción repugnante y que beberse un vaso es como beber un vaso de saliva. Cerca del 90% de los chinos y de los pueblos no ganaderos habitantes del Asia oriental carecen de lactasa suficiente para digerir leche sin fermentar en la edad adulta. Pero obsérvese que la respuesta a la pregunta de por qué los chinos aborrecen la leche no puede ser simplemente que es porque les pone enfermos. Si hubiesen adoptado la producción de leche como una modalidad de producción de alimentos, los chinos, al igual que los habitantes del Asia meridional, podrían haber superado con facilidad su insuficiencia de lactosa, consumiendo fermentados... La respuesta está relacionada con la diferencia entre las limitaciones y las oportunidades ecológicas de los hábitats chinos e indio, y debe darse en términos de selección cultural, y no de selección natural... China, para conseguir los animales de tracción que necesitaba, dependía del comercio con los pastores del interior de Asia. Por esta razón los agricultores chinos no tenían motivos para criar vacas en sus pueblos. Si no hay vacas, no puede haber leche ni cocina basada en ella... En China los cerdos ocupan el principal nicho carroñero... la carne y el tocino de cerdo son a la cocina china lo que la leche y la mantequilla a la india.[12]
A pesar de ello, en China actualmente el consumo está aumentando notablemente, con el doble de ventas en 2006 a las de 1996 (aunque todavía con cantidades pequeñas de treinta millones de dólares USD al año[13] ). Un alimento tradicional chino es el tōfu, cuya fabricación y textura son muy parecidas a la del queso, pues consiste en la coagulación de la leche de soja (a base de soja y agua). El tofú es comúnmente llamado "queso chino". En otras partes de Asia se puede encontrar fabricado con leche de yak, o incluso de yegua en las estepas siberianas, en el Ema datsi, el plato típico de Bután, a base de queso casero y chile (ajíes); o en la India, donde se usa una variedad llamada paneer para acompañar al curry.
Los seguidores más estrictos de las leyes dietéticas del judaísmo e islamismo sólo pueden consumir quesos cuyo cuajo provenga de un animal matado de acuerdo a lo especificado en el halal musulmán, o también puede sustituirse por un cuajo de origen vegetal (en el cashrut judío), . Muchos judíos menos estrictos consideran que el proceso al que se somete el cuajo cambia su naturaleza hasta tal punto que no puede violar las leyes del cashrut. De todos modos, al estar considerado como un alimento primario, nunca puede ser consumido por un judío combinado con carne.
Muchos vegetarianos evitan también el consumo de quesos fabricados a partir de un cuajo de origen animal. Por esta razón existe una amplia variedad de quesos fabricados con un cuajo obtenido de la fermentación del hongo mucor miehei. Los veganos y otros vegetarianos no consumen queso real, aunque sí existen sustitutos con ingredientes únicamente de origen vegetal, normalmente elaborados con productos a base de soja.
Incluso en culturas con una larga tradición en quesos, es fácil encontrar a personas que lo rechazan, especialmente aquellos con un sabor y olor más fuerte, como el roquefort. El escritor Harold McGee, especialista en química alimentaria, sostiene que el queso adquiere tal sabor como parte de una descomposición controlada, y que algunas de las moléculas causantes de su olor y sabor pueden aparecer también en la comida podrida.
Tipos de queso [editar]
Categoría principal: Quesos
La gran gama de quesos existentes hace imposible una clasificación única de los mismos. Son muchas las características que los definen, como el grado de añejamiento, o curado, la procedencia de la leche usada, su textura o su contenido en grasa. A continuación se describen varios tipos, o características, de ellos.
Denominaciones de origen
Categoría principal: Quesos con denominación de origen


Queso con Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) de La Mancha.
La gran mayoría de quesos se identifican con la zona geográfica de la que proceden. En ciertos países esto se puede regular a través de las denominaciones de origen, con las que se intentan proteger las variedades que desde tiempos antiguos se producen en una zona determinada, contra productores de otras zonas que quisieran aprovechar el buen nombre que han creado los originales.
En España hay 23 quesos protegidos, entre los que destaca el queso manchego, una de las grandes señas de identidad de la región de La Mancha, junto al Quijote de Miguel de Cervantes. Existe una gran variedad de marcas que comercializan quesos industriales que lo imitan, pero no pueden indicar que se trata de queso manchego, aunque estén fabricados en La Mancha.
Esta indicación geográfica está regulada para los países miembro de la Unión Europea, aunque con particularidades para cada uno de ellos. Funciona de forma muy parecida en Francia, donde se denomina Appellation d'Origine Contrôlée, cuyos orígenes se remontan al siglo XV, en el primer intento de proteger el queso roquefort. Este queso fue el primero en obtener la acreditación de la ley moderna francesa, que ya cubre a más de 40 quesos diferentes. También en Italia la Denominazione di Origine Controllata protege a quesos como el parmesano (bajo la marca Parmigiano-Reggiano), en Grecia al queso feta, o en el Reino Unido al stilton y cheddar.[14]
Tipos de leche usada [editar]


Queso gouda, elaborado con leche de vaca.
La leche más utilizada en la fabricación de quesos es la leche entera de vaca, debido principalmente a que es la leche con mayores números de producción. Los quesos obtenidos a partir de leche vacuna proceden de zonas fértiles, aptas para la ganadería bovina, como las llanuras del norte de Europa, los Alpes, los Pirineos o la Cordillera Cantábrica. Hoy en día la producción de estos quesos se ha extendido por todo el mundo, con el uso de leche procedente de granjas lecheras.
Claros ejemplos de quesos de vaca son el gouda neerlandés, el emmental suizo, o el queso de tetilla de Galicia, todos ellos con texturas, sabor y color parecido. En general, la leche de vaca da al queso un sabor más suave que la de otros tipos de queso, aunque ello depende de otros muchos factores, por lo que es fácil encontrar quesos de vaca de sabor muy fuerte, como el Harzer Käse alemán, o el gorgonzola italiano.
La leche de vaca entera es muy rica en grasa, por lo que es común utilizar leche desnatada, o semidesnatada, con el fin de reducir el contenido en grasa. Sin embargo, la grasa es uno de los elementos que más influye en el sabor del queso, y por norma general, usar leche desnatada es sinónimo de pérdida de sabor.
En las zonas mediterráneas, donde no abundan las vacas, es más común usar leche de oveja o de cabra, lo cual da un punto de acidez al queso. El queso castellano, el manchego, el roquefort, o el feta están hechos de leche de oveja. Un ejemplo de queso de cabra con denominación de origen es el queso majorero, elaborado en la isla canaria de Fuerteventura. También es posible mezclar distintas clases de leche, como en el caso del queso de Cabrales (Principado de Asturias, España), en el que se utiliza una mezcla de leche de vaca, oveja y cabra.
También se utiliza la leche de otros muchos mamíferos, como la de búfala en la mozzarella original (hoy en día se utiliza también la leche de vaca), pero es algo bastante más difícil de encontrar, en comparación con las leches ya mencionadas.
Quesos frescos [editar]


Mozzarella fresca.
Los quesos frescos son aquellos en los que la elaboración consiste únicamente en cuajar y deshidratar la leche. A estos quesos no se les aplican técnicas de conservación adicionales, por lo que aguantan mucho menos tiempo sin caducar. Su mantenimiento se podría comparar al de los yogures, pues es necesario conservarlos en lugares refrigerados. El hecho de procesar la leche en menor medida hace que tengan sabores suaves y texturas poco consistentes.
Con estas características, son utilizados como ingredientes para ensaladas, como el queso de Burgos, uno de los más consumidos en España. En Italia el queso por excelencia en las ensaladas es la mozzarella, que se elabora introduciendo la cuajada de la leche en agua caliente, de tal forma que se van creando masas en forma de bolas por efecto de la temperatura. En ciertas zonas del sur italiano se consume la mozzarella a las pocas horas de su elaboración. La mozzarella también es el más utilizado como ingrediente de las pizzas, sin embargo, para ello se utiliza una variedad más deshidratada, que no corresponde a un queso fresco.
También se utilizan quesos frescos en postres, o como ingredientes de salsas. El mascarpone italiano y el queso quark alemán son ejemplos de ello, con texturas muy cremosas.
Quesos curados [editar]


Queso parmesano seco.
El curado de los quesos consiste en el añejamiento de los mismos, en un proceso en el que se secan y adicionalmente se aplican técnicas de conservación, como el salado o el ahumado. El tiempo necesario para considerar a un queso como curado puede variar de uno a otro, pero en general se requiere un mínimo de año y medio o dos años.
El proceso de curado hace que obtenga una textura bastante más dura y seca, así como que se incremente la intensidad de su sabor, propiedad muy deseada entre los amantes del queso. Sin embargo, muchas personas no toleran los sabores fuertes, por lo que es fácil encontrar distintas variantes de curado para un mismo queso, catalogándolos normalmente como tiernos, semicurados y curados.
Ejemplos de quesos curados pueden ser el queso manchego o el gouda. Sin embargo, el gouda se suele exportar con un curado aproximado de medio año, mientras que en la Holanda Meridional se puede encontrar más añejo, pudiendo llegar a los dos años.
El grana-padanno y el parmesano también se curan, pudiendo sobrepasar tiempos de tres años. Tienen una textura extremadamente dura, lo que facilita su consumo de forma rallada, como condimento o relleno de pastas italianas.
Recientemente se ha empezado a comercializar en España una variedad de queso en conserva, capaz de conservarse varios años sin abrir y sin ver variadas ninguna de sus características.[15]
Quesos cremosos [editar]


Queso camembert.


Rosquilla con queso crema.
El queso tiene un estado natural sólido, sin embargo es posible obtener una textura más cremosa aumentando significativamente la cantidad de nata, y por lo tanto de grasa. Estos tipos de queso se consumen normalmente acompañados de pan, siendo común el uso de los mismos en tostadas.
Ciertos quesos franceses tienen una gran tradición por su textura cremosa. El queso camembert, de características similares al brie, es uno de los más famosos, característico por su corteza blanca florida, consumida junto al queso y que le da un toque de amargor. La denominación de origen de este queso lo obliga a comercializarse siempre de forma redonda, e incluido en una caja de madera.
Un tipo de queso de producción más moderna es el queso crema, comúnmente llamada queso philadelphia. Se trata de una crema blanca, distribuida en tarrinas similares a las de margarina o mantequilla. Se consume ampliamente en desayunos y postres, y una variedad de Estados Unidos es el ingrediente principal de algunas tartas de queso.
En la elaboración de postres se suelen usar cremas de queso, combinadas con sabores dulces. Un ejemplo de ello es la crema de queso mascarpone, muy usada en la elaboración de tiramisús. El queso quark también se usa en multitud de recetas de postre en la cocina alemana o austriaca.
También es posible encontrar quesos de textura semicremosa, pues no se puede considerar sólida ni crema, como la torta del Casar de Extremadura, en España. Este queso, aunque se puede consumir crudo, es típico por ser cocinado unos minutos al horno, de forma que quede total o parcialmente líquido. Al igual que el camembert, tiene una corteza florecida, consumida junto al queso por quienes gustan de sabores fuertes o amargos.
Quesos verdes o azules [editar]
Artículo principal: Queso azul


Queso roquefort.
Estos quesos se distinguen por la presencia de mohos, los cuales les dan sus colores verdes o azulados. Quizá sea la variedad que más rechazo pueda causar a simple vista, debido al color y al fuerte olor, que puede recordar al de la descomposición. Sin embargo, su intenso sabor es uno de los más apreciados por los gourmets del queso.
Para conseguir la proliferación de los mohos hay que almacenar los quesos en lugares con humedades muy elevadas, normalmente del orden del 90%. Excelentes lugares para ello han sido tradicionalmente las cuevas. Los mohos que proliferan en los quesos normalmente son del género Penicillium, en el que varias de sus especies reciben el nombre del queso en el que se encuentran, como el Penicillium camemberti (en la corteza del camembert), o el Penicillium roqueforti, del queso roquefort. Una creencia popular totalmente falsa es que estos quesos pueden contener gusanos o larvas.
Uno de los frecuentemente llamados "rey de los quesos" es el roquefort, producido en las cuevas francesas de Roquefort-sur-Soulzon, según marca su denominación de origen protegida. Otros quesos famosos por sus mohos son el queso de Cabrales asturiano, el queso stilton procedente de Inglaterra, o el queso gorgonzola italiano, que puede encontrarse en una variedad dulce (aunque ligeramente picante), y otra de sabor mucho más fuerte y picante.
Propiedades nutricionales [editar]


Ilustración sobre el queso en Tacuinum Sanitatis, libro árabe del siglo XI que describe los beneficios de hierbas y alimentos.
Los datos nutricionales del queso pueden variar en función de su contenido en grasa, pero en general se puede decir que es una rica fuente de calcio, proteínas, y fósforo. 100 gramos de queso manchego contienen 21 gramos de proteínas y entre 600 y 900 miligramos de calcio. Al tratarse básicamente de leche concentrada, hacen falta 600 gramos de leche para igualar esta cantidad de proteínas, y 550 gramos para la de calcio.[16] [17]
El queso también comparte con la leche sus problemas nutricionales, derivados del alto contenido en grasas saturadas, consistentes en triglicéridos y ácido graso saturado. Este tipo de grasas influyen muy negativamente en enfermedades cardiovasculares. El Centro de la Ciencia de Interés Público sitúa al queso como la primera fuente de grasa saturada en los Estados Unidos, en los que cada habitante consume de media uno 13,6 kg al año. Sin embargo esta cantidad es bastante más pequeña que la de países europeos como Grecia (27 kg) o Francia (24 kg), en los que se tiene un índice relativamente bajo de enfermedades del corazón. Este hecho se conoce como la paradoja francesa, y se apunta a que se pueda justificar por el alto consumo de productos de la dieta mediterránea, como el vino tinto o el aceite de oliva.[18]
Muchas agencias de todo el mundo advierten de los riesgos del consumo de quesos hechos con leche fresca (no pasteurizada). La Administración de Drogas y Alimentos estadounidense sostiene que los quesos de leche fresca pueden causar enfermedades infecciosas como la listeriosis, brucelosis, salmonelosis, y hasta incluso tuberculosis.[19] En los Estados Unidos, una ley de 1944 obliga a todos los quesos de leche fresca (incluidos los importados desde 1951) a tener un curado mínimo de dos meses. Otros países no europeos también han optado por restringir legalmente el consumo de estos quesos, como Australia, uno de los más estrictos en ello, aunque recientemente ha abierto excepciones con los quesos suizos gruyer, emmental, sbrinz y también con el queso roquefort. Sin embargo, la pasteurización de la leche no es totalmente eficaz a la hora de evitar estos problemas, como se puede ver en los datos de intoxicaciones por consumo en Europa (donde en muchos países es legal el consumo de quesos frescos de leche no pasteurizada), y en los que la mayoría de casos apuntaban a quesos pasteurizados.[20] Las precauciones con el consumo de quesos han de ser mayores en el caso de embarazadas, como señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, debido al riesgo de transmitir listeriosis al feto.
Estudios en el campo de la odontología afirman que el queso puede ayudar de forma significativa en la prevención de caries y otras enfermedades de los dientes. Se trata de uno de los alimentos con contenido más alto en calcio y fósforo, así como de caseína y otras proteínas, qué son los principales componentes del esmalte de los dientes, por lo que la ingesta de queso puede ayudar a su remineralización. Aparte de esto, algunos ácidos grasos tienen propiedades antimicrobianas, controlando así el nivel de placa. Muchos tipos de queso estimulan también el flujo salival, lo que ayuda a limpiar la cavidad bucal de restos de alimentos, amortiguando también el medio ácido. Después de las comidas el pH de la saliva desciende, pero el calcio y el fósforo del queso ayudan a prevenirlo.[21]
Las personas que sufren intolerancia a la lactosa normalmente evitan consumirlo, sin embargo quesos como el cheddar sólo contienen un 5% de la lactosa encontrada en la leche entera, y en los quesos más añejos es prácticamente despreciable. Hay gente que sufre reacciones ante aminas encontradas en el queso, especialmente la histamina y la tiramina. En los más curados la cantidad de estas sustancias se hace más notable y pueden producir reacciones alérgicas como la aparición de sarpullidos, dolor de cabeza o aumento de la presión sanguínea.
Elaboración [editar]
Cuajado [editar]


Cuajadas de queso gouda.
El único proceso estrictamente necesario en la elaboración del queso es el denominado cuajado, consistente en separar la leche usada en una cuajada sólida del suero líquido. El queso que se pretende obtener será básicamente la cuajada, a la que adicionalmente se le aplicarán otros procesos hasta dar con las características buscadas. Las formas más comunes de realizar la separación de la leche es añadiéndole algún tipo de fermento o cuajo y la acidificación. Para acidificar la leche se pueden emplear ácidos como el vinagre o el limón, pero actualmente es más frecuente el uso de bacterias, que convierten los azúcares de la leche en ácido láctico. Estas bacterias, junto a las enzimas que producen, también juegan un importante papel en el futuro sabor del queso tras su añejamiento. En la mayoría de quesos se emplean bacterias como las Lactococcus, Lactobacillus o Streptococcus. Los quesos suizos se caracterizan por el uso de bacterias Propionibacter shermani, que producen burbujas de dióxido de carbono y dotan al queso de agujeros, como en el caso del emmental.
Algunos quesos frescos se cuajan únicamente por acidificación, pero en la mayoría se usan también cuajos. El cuajo hace que tome un estado más consistente, en comparación con las frágiles texturas de las cuajadas coaguladas simplemente por ácidos. También permiten tener un nivel más bajo de acidez. Generalmente los quesos frescos y menos añejos se obtienen a partir de cuajadas con un mayor porcentaje de acidificación, frente al uso de cuajo, más significativo en quesos más duros, secos y curados.
Procesamiento de la cuajada [editar]


Mezclado y batido de la cuajada de queso emmental, previamente a su troceado.
En este punto, el queso ha adquirido una textura espesa y húmeda. Algunos quesos blandos estarían prácticamente listos, a falta de ser deshidratados, salados y empaquetados. En el resto de quesos, la cuajada se corta en pequeñas secciones, para facilitar la extracción del agua de las piezas individuales de cuajada.
En el caso de los quesos duros, se calientan a temperaturas entre un intervalo de 33ºC a 55ºC. De esta manera se deshidrata más rápidamente y también se consiguen sutiles cambios en el sabor final del queso, afectando a las bacterias existentes y a la estructura química de la leche. En los quesos que se calientan a temperaturas superiores se emplean bacterias termófilas, capaces de sobrevivir a ellas, como las Lactobacillus o Streptococcus.
La sal juega distintos papeles en la elaboración del queso, aparte de aportar un sabor salado. Puede emplearse para mejorar la conserva, y para afirmar la textura con su interacción con las proteínas. En algunos quesos la sal se aplica únicamente al exterior del queso, pero en otros casos se mezcla directamente con la cuajada.
Dependiendo del tipo de queso se aplican un gran número de técnicas específicas, que dan las características finales al sabor y a la textura. Se pueden citar como ejemplos el estirado y sumergimiento en agua caliente, hasta llegar a la textura fibrosa de la mozzarella; o el constante batido de la cuajada, limpiándola con agua para bajar el nivel de acidez muy lentamente, aplicado en quesos como el emmental o gouda.
Muchos quesos no adquieren su forma final hasta que son prensados en un molde. Cuanto más duro es el queso, mayor presión se le ha aplicado. La presión elimina humedad —los moldes permiten la fuga del agua— y hace que la cuajada se afirme en cuerpo sólido.
Añejamiento [editar]
Los quesos frescos ya estarían listos para consumir llegados a este punto, sin embargo, a la mayoría de quesos les queda todavía un largo periodo de añejamiento y curado hasta estar completamente listos. Durante el añejamiento dentro de los moldes, nuevos microbios se introducen en el queso, intensificando su sabor. Lentamente la caseína y la grasa se convierten en una compleja red interna de aminoácidos, aminas y ácido graso.
Durante el proceso del curado también se le pueden aplicar otras técnicas de conservación y modificación del sabor, como el incremento de la sal introduciéndolo en agua salada, el ahumado, o incluso el sazonado con especias o vino. Un caso radical ocurre con el queso casu marzu de Cerdeña, cuyo proceso de añejamiento se realiza con larvas de la mosca del queso. Cabe anotar que este queso se puede consumir con las larvas adentro, y que actualmente su venta se encuentra prohibida por las autoridades sanitarias italianas, por lo que se consume clandestinamente.[22]
Cocinado [editar]


Queso halloumi cocinado.
Los quesos se comen normalmente crudos, aunque también pueden ser cocinados. Se consumen solos o con otros ingredientes. La grasa del queso tiene en temperaturas de frigorífico una textura dura, parecida a la de la mantequilla fría. Si el queso se encuentra a temperaturas cálidas, entre los 26 y 32ºC, la grasa se derrite y se suele decir que el queso "suda". En el momento del consumo es preferible que se encuentre a temperatura ambiente, aunque esto depende del tipo de queso de que se trate.
A temperaturas superiores a 55ºC la gran mayoría de quesos comienzan a fundirse, aunque los más duros, como el parmesano, necesitan unos 82ºC. Algunos son típicos por consumirse fundidos, como las fondue suizas. Se puede lograr que muchos otros hagan lo mismo en presencia de ácidos o almidón. Otros quesos se vuelven elásticos o viscosos cuando se funden, una cualidad que puede disfrutarse en platos como la pizza y el welsh rabbit. Algunos quesos se funden de modo dispar, separándose sus grasas a medida que se calientan, mientras que los pocos quesos cuajados con ácido, incluyendo el halloumi, paneer y ricotta, no se funden e incluso pueden endurecerse cuando son cocinados, a medida que se evapora el agua que contienen.
El queso como ingrediente es ampliamente utilizado, especialmente en la cocina italiana. Es un ingrediente fundamental de las pizzas, así como de lasañas y canelones. También es muy común que acompañe a los platos de pasta, ya sea como condimento, como relleno, o como ingrediente de salsas. También es frecuente encontrarlo en platos de la cocina mexicana, como las quesadillas, los burritos y tacos. El queso procesado es uno de los condimentos más frecuentes en productos de comida rápida, como las hamburguesas y los perritos calientes.
También puede encontrarse en la repostería. El ejemplo más claro es el pastel de queso, pero también la crema de queso mascarpone, usada para hacer multitud de postres italianos, como el tiramisú.
El queso en la cultura popular [editar]
El queso es protagonista de multitud de fábulas y refranes:
Fábula del queso y el cuervo (al que la zorra engañó para que abriera el pico con el que lo sujetaba alabándole la dulzura de su canto).
Uvas con queso saben a beso.
Dárselo a alguien con queso (equivalente a engañar: se dice que los vinateros manchegos ofrecían queso curado previamente a degustar el vino a los compradores: cualquier vino malo parece bueno).
El pan sin ojos, y el queso con ellos (con su variante).
El pan con ojos, el queso sin ojos, y el vino que salte a los ojos.
Con buen queso y mejor vino, más corto se hace el camino.
Al que pide en exceso, le dan lo que envuelve al queso (la corteza, algo sin valor).
Todos los días queso, y al año, un queso (o sea, que bien poco se come).
No hagas comida con queso ni sin queso (refrán asturiano).[23]
El queso es sano, el que da el avaro. -(dice que al comer el queso en pequeñas cantidades se saborea mejor y sin daño para la salud)-
El queso y el barbecho en Mayo se han hecho